Con su respaldo público a los matrimonios entre parejas del mismo sexo, Barack Obama puede movilizar a la población más joven, que estaba adormecida en esta campaña electoral, y reforzar el perfil conservador de su rival, Mitt Romney. Pero la decisión comporta también el riesgo de perder votos religiosos y centristas en algunos Estados que pueden ser decisivos en noviembre.
Sin embargo, la mera declaración de Obama, la primera en ese sentido que hace un presidente norteamericano en ejercicio en toda la historia, ha colocado el asunto de los derechos de los homosexuales en el primer plano de la campaña. Es difícil saber cuánto hay de cálculo político en esa decisión. En parte, porque el presidente, que se pronunció tres días después de que su vicepresidente, Joe Biden, respaldara la misma causa, se vio forzado a esclarecer finalmente su punto de vista después de varios años en los que se había manifestado “evolucionando” sobre esa materia. Pero es indudable que existen algunos ingredientes en este tema que pueden favorecer electoralmente a Obama.
(Tomado de El País)