Las parisinas pueden ahora ponerse pantalones en la calle, aunque no lleven “las riendas de un caballo” o estén “al timón de una bicicleta”, tras la anulación de una ley de hace más de 200 años que prohibía a las mujeres vestir esa prenda en público.
La prohibición a la población femenina de la Ciudad Luz de vestir pantalones en público ya no tiene ningún valor jurídico, tras la anulación de una vieja ordenanza municipal de la época de Napoleón, que aún estaba en vigor, señaló el lunes el ministerio de Asuntos de la Mujer.
La legislación, que databa del 7 de noviembre 1800 (el 16 Brumario) había provocado hace unos meses airados comentarios del senador Alain Houpert, que llamó la atención al ministerio sobre el texto, y pidió su anulación. Sigue leyendo