En estos días recordé a Charles Chaplin, quizás porque crecí viendo su rostro en la pantalla del televisor Krim-218 de la casa y escuchando los elogios del abuelo. Por eso, siempre me atrajo la vida de un hombre que podía hacer reír o llorar a su público con igual éxito. No sé si será la magia de Charlot o el encanto con el que naciera uno de los seres más virtuosos del cine, pero no podía dejar de recordarlo ahora, cuando el pasado 16 de abril, se celebró en todo el mundo un aniversario más de su nacimiento en 1889 .
Entonces, que sirvan sus propias palabras para agasajarlo con en este poema que el actor inglés bautizó como Vida:
Ya perdoné errores casi imperdonables.
Trate de sustituir personas insustituibles,
de olvidar personas inolvidables.
Ya hice cosas por impulso.
Ya me decepcioné con algunas personas ,
mas también yo decepcioné a alguien Sigue leyendo
Con Voces de Mujer 