Los médicos cubanos poco a poco comienzan a enfrentarse a las manifestaciones de un viejo fenómeno, el autodiagnóstico, que ahora se ve estimulado por el acceso creciente de muchas personas a Internet y otros recursos de las nuevas tecnologías, como las enciclopedias digitales.
Cada vez es más frecuente, según muchos especialistas, que lleguen personas a las consultas con un cartapacio de páginas web impresas, donde se describen decenas de enfermedades, reales o no, que dicen sufrir los pacientes.
El fenómeno pudiera considerarse que no es totalmente negativo, si se toma en cuenta que los galenos obtienen mediante esta vía alguna información actualizada sobre síntomas, manifestaciones o tratamientos. Sin embargo, en no pocas ocasiones obstaculiza su trabajo e incluso actúa como una presión adicional para que se indiquen pruebas a veces innecesarias. Sigue leyendo